Las cianobacterias son organismos microscópicos antiguos que pertenecen al dominio "Bacteria" y son capaces de realizar la fotosíntesis oxigénica; presentan una amplia distribución ecológica encontrándose en ambientes muy variados, dispersas tanto en cuerpos de agua continentales como en ambientes marinos. Poseen diversos pigmentos que le confieren sus colores, que varían desde el verde azulado al rojo violáceo.
Estos organismos pueden aumentar abruptamente en número y generar una proliferación masiva, conocida como floración o "bloom", llegando a ser los organismos dominantes del cuerpo de agua, causando una disminución marcada de la biodiversidad y un deterioro de la calidad del agua. Este "bloom" tiene relación directa con el incremento de la carga de nutrientes, especialmente en relación al nitrógeno (N) y fósforo (P) proveniente de la cuenca de aporte, acelerando el proceso de eutrofización.
El deterioro de la calidad del agua ambiente por la presencia de “bloom” de cianobacterias incluye generación de olores desagradables, disminución de oxígeno disuelto, mortandad de peces, e incluso toxicidad. Las cianobacterias poseen ecoestrategias para ser dominantes y se pueden señalar cuatro pre-requisitos o condiciones para que el “bloom” se manifieste:
Luego de períodos calurosos, soleados y sin viento.
Temperaturas del agua de 15 a 30 °C.
Luego de una fuerte tormenta, ya que los nutrientes que usan las cianobacterias (nitrógeno y fósforo) se escurren disueltos hacia los cuerpos de agua y favorece la floración.
Estabilidad en la columna de agua
La principal importancia para la salud es que muchas especies de cianobacterias que producen “blooms” son potencialmente tóxicas, ya que generan toxinas intracelulares o extracelulares que pueden llegar a encontrarse en el agua circundante. Ese “bloom” puede estar formado por un consorcio de cianobacterias que producen diferentes cantidades de toxinas, existiendo en el mismo taxón células toxigénicas y no toxigénicas no distinguibles en un examen morfológico.
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